miércoles, 10 de septiembre de 2008

Los medios de comunicaion

En los ultimos dias, fuimos testigos de un gran apoyo de los medios de comunicacion en relacion a la preservacion del patrimonio.
A continuacion algunas de las notas y su respectivos vinculos:

Clarín:
http://www.clarin.com/diario/2008/08/27/laciudad/h-01746977.htm
http://www.clarin.com/diario/2008/09/02/um/m-01751727.htm

Página 12:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/m2/10-1485-2008-08-30.html
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/m2/10-1491-2008-09-06.html

Perfil:
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0293/articulo.php?art=9700&ed=0293

Crítica Digital:
http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=10137


Clarín: 27 de agosto, 2008

PRESENTARAN UN AMPARO EN LA JUSTICIA
Rechazo vecinal a las reformas en Defensa
Por: Nicolás Pizzi

Las obras previstas por el Gobierno de la Ciudad en la calle Defensa, entre Plaza de Mayo y Caseros, generaron revuelo entre los vecinos y comerciantes del barrio de San Telmo, que temen que la zona se convierta en "un emporio de la venta ilegal", como sucede actualmente en la peatonal Florida. Por ese motivo, una ONG va a presentar hoy un amparo en la Justicia porteña para intentar frenar el proyecto.

"No queremos que se modifiquen el diseño y la estética de San Telmo. Además, según el Código de Planeamiento Urbano, esa es un área de Protección Histórica (APH) que pertenece al casco histórico", explicó el arquitecto Marcelo Magadán, de Basta de Demoler. Ocurre que la obra prevé una "modernización" de la zona, que implica quitar el adoquinado, nivelar la calle con las veredas y restringir la circulación de vehículos a toda hora del día.

"Va a ser casi peatonal, salvo para los vecinos o comerciantes, que podrán descargar mercadería o entrar a sus garages; como en la calle Perú, frente a la Legislatura. Va a ser el emporio de la venta callejera ilegal y bares y restoranes aprovecharán para sacar las mesas a la calle", se quejó Juan Carlos Maugeri, de la Asociación de Anticuarios y Amigos de San Telmo.

Además, los vecinos aseguran que no fueron consultados y piden "mayor claridad" de parte del Gobierno porteño para conocer los detalles del proyecto, conocido como Prioridad Peatón. "Los vecinos quieren que frene la obra y que llame a una audiencia pública", dijo Catherine Black, directora del periódico barrial.

También les preocupa que aumente la venta ilegal, como ocurre actualmente los domingos, cuando la calle se cierra al tránsito a lo largo de unas trece cuadras. "Hay que hacer un estudio serio de las consecuencias que puede tener porque ya hubo una experiencia hace cinco o seis años y fue un fracaso: la gente se quedaba en el corredor de Defensa", opinó Pablo Ortiz, presidente de la Asociación de Amigos de Plaza Dorrego.

Hoy a las 19 está prevista una reunión entre vecinos y organizaciones que representan a los comerciantes. Aunque estaban invitados funcionarios del Ministerio de Desarrollo Urbano, voceros de esa cartera consultados por Clarín dijeron que no van a concurrir. Y aclararon que "todavía no están definidos los detalles del proyecto".

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Clarín: 2 de septiembre 2008
Nuevo pedido para que se suspendan las obras en la calle Defensa

Lo harán esta tarde un grupo de vecinos y comerciantes de San Telmo con una carta al jefe de Gobierno porteño y al ministro de Desarrollo Urbano. También reclamarán que se realice una audiencia pública antes de avanzar con el proyecto, que busca restringir la circulación en 14 cuadras del barrio.

Vecinos y comerciantes del barrio de San Telmo presentarán esta tarde un reclamo formal para que se suspendan las obras previstas para la calle Defensa, que quedaría cerrada al tránsito a lo largo de 14 cuadras. A través de una nota dirigida al jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y al ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín, reclamarán también que se convoque a una audiencia pública antes de avanzar con el proyecto, denominado "Prioridad Peatón".

La carta detalla los motivos por los cuales se oponen a la obra, que estaría en contra de la ley 65 y del Código de Planeamiento Urbano. Además, denuncia que "la ausencia de estudios sobre el impacto ambiental, social, cultural e histórico que tendrá". "El proyecto Prioridad Peatón contradice los parámetros de preservación del Patrimonio Histórico y Cultural tangible e intangible y hará desaparecer una pieza fundamental de la historia de nuestra Nación", dicen los firmantes, entre los que hay representantes de asociaciones barriales y ONGs.

La obra implica quitar el adoquinado de la calle Defensa, nivelar la calle con las veredas y restringir la circulación de vehículos a toda hora del día. Los vecinos y comerciantes más críticos se reunieron la semana pasada y decidieron presentar hoy un reclamo formal. Además, según pudo saber Clarín.com, están evaluando la posibilidad de acudir a la Justicia (la semana pasada presentó un amparo la ONG Basta de Demoler).

Página 12: m2

Sábado, 30 de Agosto de 2008

Una obra perfectamente inútil

Contra viento y marea, y contra los vecinos de San Telmo, la ciudad quiere hacer peatonal la calle Defensa de Yrigoyen a Brasil. La idea quiebra leyes que protegen los empedrados y tiene al barrio en armas.

Por Sergio Kiernan

Algún día habrá un Freud que explique la compulsión local por cambiar lo que está bien. Con tanta cosa rota, sucia y necesitada en esta noble ciudad, se plantean cada tanto obras de alto perfil, dudosa necesidad y prensa garantida, como si lo realmente importante fuera dejar la marca y sacarse la foto. El recientemente anunciado proyecto para hacer peatonal la vieja calle Defensa promete convertirla en otra Florida de baldosas estandarizadas, piedras maquinadas y equipamientos Made in China olvidables. Por alguna razón esotérica, parece que esta pasteurización sería atractiva a los turistas...

El proyecto surgió como de repente, anunciado como si lloviera la semana pasada y sin lujo de detalles. La idea del gobierno porteño es nivelar la calle, poniendo bolardos para limitar el tránsito a emergencias y taxis ocupados, y dejar una vereda virtual, distinguible de la calzada sólo por su textura. En los cruces de Defensa con otras calles, esta nueva calzada más alta que la calle a cruzar servirá como un gran lomo de burro para el tránsito transversal, mientras que en las avenidas se cortará para no frenar el tránsito.

Esto es, más o menos lo que ya vemos en Florida pero en el estilo internacional –por lo desangelado y soso– de la Cortada Tres Sargentos. La diferencia es que la célebre cortada es, justamente, una cortada de apenas dos cuadras y que está en el centro más central, mientras que este plan afecta un barrio de verdad, con vida más allá del turismo y con decenas de miles de personas que hacen cosas como tomar el colectivo.

Estas previsibles objeciones surgieron a borbotones en una reunión organizada por el periódico barrial El Sol de San Telmo en la inmobiliaria Giesso. Este miércoles a la noche se juntaron vecinos –gente que vive en el barrio, arquitectos que viven en el barrio, el presidente de la República de San Telmo–, la diputada porteña Teresa de Anchorena (CC), su asesor Facundo de Almeida y la directora de la Comisión Especial de Patrimonio de la Legislatura que ella preside, la arquitecta Laura Weber. Por el lado del Ejecutivo estaba el director de Casco Histórico, arquitecto Luis Grossman, solito su alma por el faltazo anunciado poco antes de la gente del Ministerio de Desarrollo Urbano, autores de la iniciativa. Moderaba el encuentro Catherine Mariko Black, directora de El Sol.

Mariko Black explicó que la reunión era chica para que no se transformara en una protesta contra funcionarios sino en un diálogo. Explicó también que Desarrollo Urbano no vino porque querían mostrar un video sobre las obras que no estaba listo, y habían pedido una postergación del encuentro. Pero como la obra es inminente, la reunión se hizo igual. El primero en hablar fue un ex funcionario al que San Telmo ya le debe su misma existencia, el arquitecto José María Peña, creador tanto del Museo de la Ciudad como del APH 1 que salvó al barrio de la demolición total. Con su manera amable, Peña fue directo al grano: San Telmo puede perder su carácter propio con ciertas intervenciones porque “hay rasgos físicos como el ancho de las calles que hacen al lugar”. Peña agregó que una vez hecho el cambio, será imposible recordar excepto por fotos cómo era/fue el lugar alguna vez. El arquitecto detalló que el problema no es la obra en sí, que “queda bien en otros barrios”, sino el lugar elegido para hacerla.

Los vecinos fueron bastante menos amables. Un frentista de Defensa se preguntó airado por qué habían hecho el proyecto “sotto voce, sin avisar ni discutirlo con los vecinos”. Otro explicó, francamente airado, que la gente del lugar usa sus colectivos y que no se puede andar mandando por aquí y por allá a los chicos a tomarlos, sobre todo al anochecer. Una vecina contó su íntimo temor de que el resultado sea una calle Defensa “palermizada”, transformada en un gran restaurante al aire libre repleto de mesas, saturado. La señora agregó que en el barrio nunca habían hablado de hacer algo así y que no veían la menor necesidad de gastar tanto en una obra tan disruptiva de la identidad del barrio.

Como suele ocurrir en este tipo de reuniones, parte de la pasión era bronca, parte la rara oportunidad de hablar con un funcionario y parte ideas fijas como que en alguna parte del proyecto debe haber alguien lucrando de manera indebida. En este caso, parece que el programa Prioridad Peatón –el nombre publicitario del proyecto– se ganó el sobrenombre de Prioridad Lucro.

El presidente de San Telmo contó con más calma que los ciudadanos de su República venían escuchando rumores sobre la obra desde hace rato, y que lo hablaron bastante. El consenso es que es una obra para turistas, ya que Defensa sólo se satura los fines de semana y de lunes a viernes “nos alcanza perfecto”. También que es un peligro porque “una peatonal llena de bancos y faroles termina siendo un mercado, una feria”. El presidente, muy serio, declaró al barrio “totalmente en contra del proyecto” y pidió que se limpie y se arreglen las veredas en lugar de hacer estos gastos.

La diputada Anchorena explicó que todo el asunto es, de todos modos, contra la ley. Sucede que la ley 65 prohíbe levantar adoquines, mientras que el Código de Planeamiento Urbano ordena que se conserven los empedrados existentes en el APH 1 y se reinstalen los ya perdidos en toda ocasión que haya que hacer reparaciones. Para peor, señaló la diputada, el pliego de preadjudicación de las obras indica que la empresa que gane el contrato puede quedarse con los materiales retirados. Esto puede parecer una zoncera hasta que uno piensa que un adoquín vale tres pesos y que una cuadra tiene casi 45.000. Esto sólo significa un pago de 150.000 pesos, sin contar los piedrones de los cordones originales, que valen todavía más. Anchorena explicó que una obra semejante, para ser legal, necesita una ley propia que modifique las de protección, lo que implica una doble lectura en la Legislatura.

Santiago Pusso, del grupo Basta de Demoler, explicó brevemente que esta película ya la había visto en otros lugares altamente turísticos del país y del extranjero donde se pasteurizó el paisaje. Como le resulta evidente que el gobierno porteño no piensa prestar atención a los vecinos, Basta de Demoler va a presentar un amparo para frenar todo.

Luis Grossman, flamante funcionario, encajó las críticas con una calma que no mostraba cuando estaba en el sector privado. Ni siquiera un señor agresivo de más que lo interrumpió varias veces logró disparar su proverbial mal carácter. El ahora director de Casco Histórico dio precisiones sobre puntos del proyecto, concordó con que hay que limitar los bares y sus mesas de vereda y hasta discutió los detalles legales con Anchorena. No convenció mucho con su argumento de que sólo cuatro cuadras de Defensa exhiben sus empedrados, ya que los vecinos le contestaron que las otras lo tienen tapado bajo el asfalto y que sería mejor restaurarlo y no levantarlo. Tampoco con su observación de que en las calles estrechas de la ciudad vieja –mencionó a Esmeralda y Maipú– es un verdadero peligro caminar porque la saturación es tal que uno tiene que bajar a la calzada a cada rato, esquivando colectivos. Los vecinos respondieron simplemente que Defensa no tiene semejante concentración y que nunca percibieron el problema.

Lo que despertó franca hilaridad es la Teoría Grossman del Abuso del Auto, que el arquitecto viene repitiendo en donde lo escuchen, como en el coloquio sobre patrimonio en el Museo Nacional de Bellas Artes. La Teoría señala que ya no somos homo sapiens sino homo autos, gente que “va al kiosco en automóvil” y jamás camina sino del garaje al ascensor. Acaso correcta para describir un suburbio de Chicago, de los que no tienen ni veredas, la Teoría cayó mal en San Telmo, donde ni siquiera hay tantos vecinos con auto. Y de todos modos no alcanza para justificar la peatonalización de la calle Defensa, que según Grossman funcionaría como “un ágora” y una manera de que los homo autii caminen algo más.

En fin: adoquines en peligro, explicaciones esdrújulas, inminente pedido de amparo y hasta posibles acusaciones de incumplimiento de deberes de funcionario público al que levante los empedrados de un ámbito histórico. Y todo por una obra que nadie pidió y que parece que nadie quiere.


Página 12: m2

Sábado, 6 de Septiembre de 2008

SAN TELMO
Audiencia por Defensa

Como para tratar de entender por qué el gobierno porteño se empeña en hacer de la calle Defensa una peatonal desde la Plaza de Mayo hasta el Parque Lezama, la Comisión de Patrimonio de la Legislatura citó para este miércoles a las 16 al director general del Casco Histórico, Luis Grossman, y al director general de Proyectos Urbanísticos y Arquitectura, Miguel Ortemberg. Como se explicó el sábado pasado en m2, la idea despertó la cerrada oposición del barrio porque los vecinos la ven como perfectamente inútil, orientada al turismo –en la peor acepción de la frase– y corrosiva del aspecto patrimonial del barrio. Entre otras cosas, porque se levantarán adoquinados, cordones de piedra y veredas coloniales para repavimentar todo al mejor estilo international Florida Street, berreta y olvidable. Los vecinos agregan que se perderán líneas de colectivo y recuerdan a los funcionarios –o mejor dicho a Grossman, el único que se anima a ir a sus reuniones– que ellos viven allí y usan el barrio.

Entre otras preguntas que la comisión quiere realizar a los funcionarios del Ejecutivo resulta prominente la de la ilegalidad de la obra. Resulta que el gobierno porteño no puede andar levantando empedrados y peatonalizando calles así como así. Si los adoquines están en zona histórica, como en San Telmo, no se los puede sacar, y de hecho habría que reponerlos donde fueron retirados, según una ley específica. Y para peatonalizar algo hace falta una ley votada por la Legislatura. Simplemente, prohibir autos no es un poder del Ejecutivo sino del Legislativo. Como el gobierno ya está por hacer preadjudicaciones, el tema resulta urgente, porque preadjudicar y luego no poder adjudicar puede terminar en juicios al Estado, dinero fácil para la constructora.

Los vecinos de San Telmo, por su parte, le mandaron esta semana una nota al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y a su ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín. La nota, firmada por un quién es quién del barrio, pide la inmediata suspensión de la iniciativa y destaca la dudosa legalidad de un llamado a licitación.

PERFIL:
patrimonio histórico
Los vecinos de SanTelmo podrían parar la peatonalización del barrio
Mediante un petitorio, asociaciones sociales y comerciales del barrio reclaman que el Ministerio de Desarrollo Urbano suspenda de forma urgente la licitación de las obras, con las que se prevé modernizar la zona para facilitar la circulación de peatones. Vecinos denuncian que el proyecto de ley de prioridad del peatón no fue aprobado.
Por Euridice Ferrara

Para caminar. Perú, metros antes de Av. de Mayo, peatonal.
La iniciativa del Gobierno porteño para la recuperación integral del espacio público en San Telmo ya genera contradicciones y “diferencias de criterios” con las asociaciones comerciales y sociales del barrio. Denuncian que “se infringen leyes, procedimientos legales y habrá una destrucción irreversible del carácter tradicional y del patrimonio histórico del barrio”. Mediante un comunicado de prensa dirigido al Ministerio de Desarrollo los vecinos solicitaron se suspenda el proceso licitatorio de las obras y se convoque a una audiencia pública, avalada por la diputada Teresa De Anchorena, presidenta de la Comisión de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la Legislatura porteña.

Restringirá la circulación vehicular, ensancharán las veredas y eliminarán los cordones de las calles Estados Unidos, entre Tacuarí y Perú y se hará lo propio con Defensa, entre Hipólito Irigoyen y Caseros, donde también restaurarán el empedrado. Reemplazarán los faroles antiguos con luminarias modernas y se prevé colocar bancos de hierro con cemento. “Como si fuera un futuro Puerto Madero contemporáneo”, acota una vecina del barrio que prefiere reservar su identidad. Esta sería la idea del ministerio de Desarrollo Urbano porteño para concretar el proyecto Prioridad Peatón (Expte. 2866-J-2007) en la zona de San Telmo. Según trascendió, la idea final es fortalecer el polo peatonal y la circulación turística, conectando la Plaza San Martín con el Parque Lezama.

Si bien las licitaciones de las obras de “restauración” avanzaron paulatinamente en otros barrios, como en Las Cañitas, Palermo, y Recoleta, entre otros. Asociaciones y vecinos de San Telmo intentan poner freno a las obras: “No está claro qué clase de planificación se hizo para reordenar el tránsito que será restringido, y por otro lado, la calle Defensa no es igual que Reconquista. Pertenece a un barrio con una historia impresionante y estas modificaciones le van a sacar la impronta histórica y cultural. La quieren convertir en una calle más”, acusa Lucrecia, vecina de San Telmo.

Mediante un comunicado de prensa y una carta dirigida al Jefe de Gobierno porteño y al ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, las asociaciones barriales solicitaron el pasado 2 de septiembre la suspensión inmediata del proyecto hasta que se respondan las inquietudes de la comunidad mediante una audiencia pública. Por su parte, la diputada Anchorena, de Patrimonio de la Legislatura, confirma las infracciones legales: “El proyecto aún no fue aprobado como ley y para peatonalizar una calle se necesita una. Infringen la Ley Nº 65 “Adoquinado de Calles”, que impide venderlos, y apunta a que se preserven para su reutilización. Además, para eliminar los cordones habría que modificar el Código de Planeamiento Urbano que establece el concepto de calles y aceras”. También, la diputada hace hincapié en la diferencia de criterio de lo que significaría embellecer una zona de la ciudad para el turismo y la gente: “Quien hizo ese pliego cree que al turista le gusta un espacio arregladito e híper aséptico. Y otro criterio indica que el turismo viene a buscar la identidad del lugar, lo histórico, lo que diferencia a una ciudad de otra. La gente está diciendo claramente que se preserve la fisonomía del barrio”. Sobre este punto, la legisladora convocó a representantes del Ministerio de Desarrollo Urbano y a Luis Grossman, director del Casco Histórico el próximo lunes o martes a una reunión en la Legislatura para discutir el proyecto y sus infracciones legales.

Por su parte, desde el ministerio prefirieron reservarse de hacer declaraciones hasta tanto no se reúnan con las partes.

Crítica:
En Palermo no quieren más torres

Más de 150 habitantes pidieron que se frene la demolición de casas. Sólo en julio hubo quince pedidos para autorizar edificios.

CRITICA DIGITAL BA 02.09.2008




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Torres. En Palermo hubo 15 pedidos mientras que en Caballito 17, según la Dirección de Censos.



Más allá de Juan B. Justo, donde las inmobiliarias dicen que Palermo ya no es Soho sino Hollywood, los vecinos pasaron de la preocupación por el avance de las piquetas y topadoras al reclamo organizado.

Unas 150 personas se agruparon con el nombre de Palermo Despierta (palermodespierta. com.ar) y anoche se reunieron con cinco legisladores porteños para exigir medidas que limiten la construcción de torres y frenen la demolición de casas antiguas.

“Nuestra idea era poner a los legisladores al tanto de la desplanificació n total que sufre el barrio –explicó Pablo Guilmot, de Palermo Despierta–. Porque vemos cómo se construye por todos lados, se tiran abajo casas históricas sin ningún problema.”

Frente a los legisladores Facundo Di Filippo y Teresa de Anchorena (Coalición Cívica), Cristian Asinelli (Frente para la Victoria), Gustavo Ruanova (Diálogo por Buenos Aires) y Patricio Di Stéfano (PRO), los vecinos plantearon no sólo el problema de la destrucción del patrimonio arquitectónico sino también el deterioro de su calidad de vida por la construcción indiscriminada de edificios.

El testimonio de Aurora Martínez es ilustrativo: “En 2005 empezaron a construirme al lado, en Paraguay y Arévalo: primero la obra se incendió por falta de medidas de seguridad y tuve que desalojar mi casa, después me tapiaron una ventana varios meses, me tiraron cantidad de escombros en el techo, me arruinaron la pintura de la terraza, me entró agua por una pared y se movieron todos los cimientos porque mi casa tiene 93 años.

En forma paralela, me presionaban para que les vendiera mi casa porque les interesaba el terreno. Y yo no podía dormir, no podía trabajar, no podía hacer nada. Finalmente recubrieron una de las paredes con un material y eso me causó una terrible alergia”.

Aurora no sólo terminó con alergia: al tiempo se le manifestó un problema cardíaco debido al estrés. Además, a lo largo de estos años, a la obra de al lado –aún sin terminar– se le sumaron otras tres enfrente. Ella finalmente decidió mudarse a dos cuadras, donde padece problemas similares.

Según datos de la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad, sólo en el mes de julio se pidieron quince permisos de construcciones nuevas en Palermo por un total de 34.473 metros cuadrados, cifra sólo superada por Caballito, donde se solicitaron diecisiete permisos. Además, Palermo concentró en este período la mayor cantidad de viviendas nuevas suntuosas y lujosas: un total de 277 frente a ninguna en Saavedra, por ejemplo.

“Lo de la construcción de torres es una epidemia desmesurada y lo que nos preocupa es que se construyen departamentos de lujo. Yo vivo hace sesenta años y no quiero que se convierta en un barrio de elite donde me cobran todo el doble”, se quejó Jorge Kearne, de Carranza y Santa Fe.

Teresa de Anchorena, presidenta de la Comisión de Patrimonio de la Ciudad, explicó que el año pasado se sancionó una ley que permite la construcción en altura en ciertas calles como Arévalo, uno de las más afectadas actualmente.

“Nosotros no estuvimos de acuerdo con la ley, pero lo cierto es que muchas obras ya estaban en marcha cuando se votó. Así que lo que podemos proponer ahora, siendo realistas, es un trabajo conjunto con los vecinos y con el equipo de arquitectos de la comisión para pedir la catalogación de las casas valiosas del barrio. Ésa es la manera más efectiva de frenar las demoliciones y es algo que ya pusimos en marcha con los vecinos de Devoto.”

En tanto, los 150 vecinos organizados y con el apoyo de otros barrios, como Caballito, dijeron que estaban alerta, y que esto era sólo el comienzo.

En San Telmo rechazan la peatonal

El proyecto Prioridad Peatón, presentado por el Gobierno de la Ciudad como parte de la renovación de San Telmo, no encontró eco en los vecinos, al contrario: la mayoría de ellos se opone a peatonalizació n de la zona, que implica la eliminación de los adoquines y la nivelación de la calle con la vereda. Catherine Mariko Black es hawaiana pero desde hace cuatro años vive en el barrio y edita el periódico El Sol de San Telmo.

Ella refleja la posición vecinal: “Nos estamos organizando para pedir que se frene el proyecto hasta tanto no se consulte a la comunidad. Porque esto va a generar un impacto social, urbano, comercial y ambiental demasiado dramático como para que no nos tengan en cuenta”. Por otro lado, la agrupación Basta de Demoler presentará un recurso de amparo porque el proyecto viola el Código de Planeamiento Urbano y la ley 65 de la Ciudad.

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